El gigante tecnológico Google está bajo la lupa en Estados Unidos mientras se inicia el que podría ser el juicio antimonopolio más significativo de su historia. El proceso, que se llevará a cabo en el Tribunal de Distrito de Columbia, está programado para durar aproximadamente diez semanas y reunirá testimonios de ejecutivos de alto nivel, ingenieros, economistas y académicos con el objetivo de desentrañar cómo Google se convirtió en el líder de los motores de búsqueda en línea.
Este caso, construido durante tres años por el Departamento de Justicia, se inició durante el mandato del expresidente Donald Trump y ha sido heredado por el actual presidente Joe Biden. En respuesta a estas acusaciones, Google ha movilizado una impresionante defensa, empleando a cientos de personas y tres influyentes bufetes de abogados, además de invertir millones de dólares en honorarios legales y cabilderos, según informes de medios estadounidenses.
Las acusaciones que enfrenta Google giran en torno a la alegación de que ilegalmente sofocó la competencia al pagar a empresas para que su motor de búsqueda fuera el predeterminado en dispositivos y plataformas, incluido un acuerdo con Apple para que elijan su motor en los iPhones. Según la demanda presentada por el Departamento de Justicia, esto le habría permitido mantener un monopolio y dificultar que los consumidores usen otros motores de búsqueda.
Según datos de Similarweb, Google domina el 90 % del mercado de motores de búsqueda en Estados Unidos y el 91 % a nivel mundial.
Google ha argumentado que sus acuerdos con Apple y otros no eran exclusivos y que los consumidores podían cambiar fácilmente la configuración predeterminada de sus dispositivos para seleccionar otros motores de búsqueda.
El juez federal Amit P. Mehta, designado en 2014 por el expresidente Barack Obama, será quien dictamine en este caso. Aunque no ha revelado su opinión sobre el asunto, redujo la demanda en un procedimiento reciente pero mantuvo el argumento central de que Google mantuvo su monopolio mediante acuerdos con fabricantes.
En la parte de la fiscalía se encuentra Jonathan Kanter, fiscal general adjunto antimonopolio del Departamento de Justicia, quien es conocido por su postura crítica hacia las grandes tecnológicas. En representación del Gobierno estará Kenneth Dintzer, subdirector de la división civil del Departamento de Justicia.
El veredicto de este juicio podría tener importantes repercusiones para Google, incluyendo sanciones financieras y posibles cambios en la compañía. Este caso marca un hito al ser el primer juicio por monopolio del gobierno federal en la era de Internet, en un momento en que las grandes tecnológicas han adquirido un poder significativo en diversas áreas.
Cabe destacar que el último gran caso de monopolio involucró a Microsoft en 1998, y uno de los abogados que participó en ese caso, John Schmidtlein, lidera ahora la defensa de Google en este juicio.
