Histórica sanción de 1.200 millones de euros a Meta por vulnerar las normas de protección de datos en la Unión Europea
La empresa Meta, propietaria de reconocidas aplicaciones como Facebook, Instagram y WhatsApp, se enfrenta a una sanción sin precedentes en la Unión Europea por incumplir el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). La compañía, dirigida por Mark Zuckerberg, deberá pagar aproximadamente 1.200 millones de euros y se le ha ordenado cesar la transferencia de datos de usuarios europeos a centros de datos en Estados Unidos.
En los últimos años, la Unión Europea ha liderado la regulación y el control de las actividades de las grandes empresas tecnológicas, y es en Irlanda donde se ha consolidado como el garante y defensor de los derechos de los usuarios europeos, según establece la normativa vigente.
A pesar de la impresionante multa impuesta, esta cifra puede quedarse corta en comparación con el alcance de Meta. La compañía ha estado practicando estas malas prácticas desde 2020, logrando sorprender a todo el mundo en tan solo un año, uno de los peores en su historial.
En los resultados del primer trimestre de 2023, Meta registró una facturación superior a los 28.700 millones de dólares, obteniendo ganancias netas de 5.709 millones de dólares. Aunque estas cifras son inferiores a años anteriores, siguen siendo considerablemente mayores que la multa impuesta.
Tal y como adelantamos la semana pasada, ahora podemos confirmar que la sanción impuesta es la más cuantiosa jamás vista en la historia de la Unión Europea, ascendiendo a 1.200 millones de euros. Además, se ha dictaminado una prohibición temporal de transferir los datos de los usuarios europeos fuera del territorio de la UE.
Es importante destacar que la multa de la UE solo afecta a la red social Facebook, y no incluye a las otras plataformas propiedad de Meta, como WhatsApp e Instagram.
El motivo de esta sanción récord se remonta a 2020, cuando la UE alertó a Meta de que estaba infringiendo las normas del RGPD al enviar datos de usuarios europeos a centros de datos en Estados Unidos que no cumplían con las medidas de protección necesarias. En ese momento, ya se había amenazado con una multa e incluso con la prohibición total de Facebook en la Unión Europea. Sin embargo, los jueces de la UE desestimaron las demandas de los reguladores, lo que dejó tanto a Meta como a otras compañías en un limbo legal.
A pesar de ello, Facebook continuó operando, al igual que los reguladores, quienes finalmente lograron convencer sobre las malas prácticas de la empresa de Zuckerberg y demostraron quién tiene el poder en la UE. Meta todavía tiene la opción de apelar la sanción, aunque parece poco probable que tenga éxito debido a los antecedentes y a la aparente determinación de la UE de expulsar a Facebook de su territorio.
